
Un currículum bien diseñado es tu carta de presentación en el mundo laboral. Asegúrate de que sea efectivo y que transmita claramente tus habilidades y experiencias.
1. Estructura básica
- Datos de contacto: Incluye tu nombre completo, teléfono, correo electrónico y, si es relevante, tu perfil de LinkedIn.
- Resumen profesional: Un breve párrafo que resuma tus habilidades, experiencia y logros clave.
- Experiencia laboral: Enumera tus trabajos anteriores, comenzando por el más reciente. Incluye el nombre de la empresa, el cargo y una descripción de tus responsabilidades y logros.
- Educación: Detalla tus estudios, títulos obtenidos y fechas de graduación.
- Habilidades: Enumera las habilidades técnicas y blandas que son relevantes para el puesto que buscas.
2. Personaliza el CV para cada aplicación
Es importante adaptar tu currículum a cada puesto al que postules. Resalta las experiencias y habilidades que son más relevantes para el trabajo específico. Utiliza palabras clave de la descripción del trabajo para asegurarte de que tu CV sea notado por sistemas automatizados (ATS).
3. Formato limpio y profesional
Elige un diseño simple y fácil de leer. Evita fuentes extravagantes y utiliza un tamaño de letra entre 10 y 12 puntos. Asegúrate de que haya suficiente espacio en blanco para facilitar la lectura y mantén las secciones bien organizadas.
4. Mide tus logros
En lugar de solo listar tus responsabilidades, enfócate en logros cuantificables. Por ejemplo:
5. Evita errores comunes
- Revisa cuidadosamente tu ortografía y gramática.
- No incluyas información irrelevante, como hobbies no relacionados con el trabajo.
- Asegúrate de que tu CV no sea demasiado extenso; idealmente debería tener una o dos páginas.
6. Añade un toque personal
Si bien es importante ser profesional, no temas mostrar un poco de tu personalidad. Agregar una breve sección de "Intereses" puede humanizar tu perfil, siempre y cuando los intereses sean relevantes o demuestren habilidades transferibles.